Repaso general del Siglo de Oro
La prosa científica e histórica
Uno de los géneros de mayor predicamento en la prosa española de la primera mitad del siglo XVI fue el de las misceláneas de divulgación científica e histórica. Grandes representantes de este tipo de literatura fueron fray Antonio de Guevara y Pedro Mexía.
La novela sentimental
En el siglo XVI se leyeron mucho diversas novelas del siglo anterior. Uno de estos libros de éxito fue la Cárcel de Amor de Diego de San Pedro.
La novela de caballerías
El mismo éxito tuvo el Amadís de Gaula. Esta obra, inspirada en las novelas francesas del ciclo artúrico, fue publicada en 1508 por García Rodríguez de Montalvo.
La novela pastoril
Otra forma novelística de gran éxito fue la pastoril, que comenzó en España en íntima asociación con las novelas de caballería. En Jorge de Montemayor la concepción del amor es totalmente medieval y desde luego es bien visible la influencia de la doctrina neoplatónica de León Hebreo.
Lazarillo de Tormes y la novela picaresca
El Lazarillo es una obra cómica, de una comicidad a veces brutal, y de hecho uno de los libros más divertidos de la literatura española, escrito en un estilo ingenioso y agudo.
Con el Lazarillo empieza el género de la novela picaresca de tanto éxito en el siglo XVII. Aunque es habitual incluir el LazariIlo de Tormes en el género picaresco, el primer personaje literario que fue llamado pícaro por su autor es Guzmán de Alfarache. El auge del pícaro en la novela nació de hecho por la publicación de la primera parte de Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán.
La Historia de la vida del buscón llamado don Pablos, de Francisco Gómez de Quevedo y Villegas, fue publicada (probablemente sin la autorización del autor) en Zaragoza en 1626.
Don Quijote - Miguel de Cervantes
Abellán ha insistido últimamente en las connotaciones barrocas de la obra. Desde el punto de vista estético, el mismo planteamiento del Quijote como obra de arte obedece a una tendencia barroca que se observa en múltiples aspectos. El más evidente es la polaridad D. Quijote–Sancho que se extiende a lo largo de toda la obra, donde el primero representa el idealismo y el segundo el realismo, sin que en ningún momento lleguen a un compromiso o mutuo entendimiento, ni siquiera cuando al sanchificarse el uno y quijotizarse el otro parece que debían llegar a un punto de convergencia.
Precisamente, es este antagonismo barroco –nervio de toda la obra– el que explica todos los opuestos que aparecen constantemente: ser–parecer, realidad–fantasía, locura–cordura, drama–comedia, sublime–grotesco, etc...
Poesía S. XVI - Garcilaso de la Vega
La poesía del siglo XVI es claramente petrarquista. El neoplatonismo influyó también en los sutiles análisis interpretativos y en el culto al sentimiento de la naturaleza.
En las Eglogas se encuentra lo mejor del arte de Garcilaso.
Literatura espiritual: Fray Luis de León / Santa Teresa de Jesús / San Juan de la Cruz
La ascética y la mística. La primera busca el dominio de sí mismo y la purificación moral a través de la ejercitación del espíritu, pudiendo ser positiva –práctica de virtudes– y negativa –ruptura con todo lo que implica un desorden ético–.
La poesía del S. XVII - Góngora, Quevedo y Lope de Vega
Góngora, el mejor representante del culteranismo, murió en 1627; Lope de Vega en 1635; y Quevedo en 1645.
Culteranismo: el término de culteranismo fue acuñado a principios del siglo XVII y define un estilo de extrema artificiosidad que en la práctica equivale a una latinización de la sintaxis y del vocabulario, un uso constante de alusiones clásicas y la creación de una dicción poética distintiva lo más alejada posible del lenguaje diario.
Conceptismo: su figura más representativa fue Quevedo.
La comedia o teatro nacional español
El teatro constituye uno de los géneros más sobresalientes de la literatura española del Siglo de Oro porque quizás fue el que gozó de una mayor proyección social.
Juan del Encina/ Gil Vicente/ Lope de Rueda
Junto al teatro de corrales se desarrollan, sobre todo en representaciones públicas, técnicas cada vez más sofisticadas y complejas, con las que se representan obras que han derivado hacia el enredo puro, por una parte, o hacia la densidad y la profundidad temática de parte del teatro calderoniano, por otra.
Con la llegada de las compañías italianas se produce el tránsito de un teatro itinerante a otro urbano fijo, con innovaciones tales como el enriquecimiento de la puesta en escena, la modificación del calendario (aumentando los días de representación), los toldos de los corrales, posiblemente la presencia de la mujer actriz en escena, la aparición de las figuras cómicas y quizá del mismo gracioso, etcétera.
Los corrales de comedias fueron inicialmente los patios interiores de alguna manzana de casas, en donde se montaba un escenario simple y se habilitaban para los espectadores tanto el espacio descubierto restante del patio como las habitaciones (palcos) que daban a él.
Lope de Vega
La temática de la obra de Lope es muy diversa. En su producción el grupo más numeroso pertenece al género de las comedias amorosas llamadas de capa y espada.
En su obra sobresalen seis personajes tipo: el galán y la dama, que desarrollan una intriga amorosa; el gracioso y la criada, que les ayudan; el padre, o el viejo depositario del honor familiar, y el poderoso, que puede trastocar o solucionar la intriga, ya como protagonista, ya como juez.
Honra y fe son los dos temas sobre los que se proyecta constantemente Lope.
Tirso de Molina
Tirso de Molina es conocido sobre todo por dos obras verdaderamente magistrales, El Burlador de Sevilla y El condenado por desconfiado, aunque parte de la crítica ha negado que ambas fueran suyas.
Calderón de la Barca
Calderón de la Barca representa la culminación del desarrollo del teatro barroco protagonizando un cambio en las condiciones escénicas comparable al ocurrido con Lope de Vega. Las tramoyas, máquinas, música, etcétera, adquieren un desarrollo espectacular.
Quizás todos esos rasgos diferenciales se expliquen por el carácter reflexivo de Calderón, por su preocupación (visible en todas las obras) por el problema del orden y su transgresión, tanto en el ámbito de lo religioso como en el orden social y privado.
La prosa de ideas - Quevedo y Gracián
Sus mejores representantes fueron Quevedo y Gracián. El pensamiento de Quevedo evoluciona desde sus primeras obras (Los Sueños) a las últimas (La hora de todos), de la intención satírica a la mayor abstracción moral.
La prosa de ideas alcanza su mejor expresión en el moralismo escéptico de Baltasar Gracián.
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27 de octubre de 2008
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